125º ANIVERSARIO DE BALDOMERO MEDIANO

Francisco Tobajas Gallego

Corría el año 1989 cuando llegó a mis oídos que en la ermita de San Roque de Paracuellos, anexa al cementerio, se encontraba enterrado un poeta de la Generación del 27. Nada se sabía de él, aunque un maestro de la escuela de Paracuellos, según me contaron, había intentado recuperar su memoria con poco éxito.

Visité la ermita el día 1 de noviembre de aquel año y nada más traspasar la puerta de entrada, me encontré con una lápida de mármol negro agrietado, con una inscripción que decía: «Aquí yace Baldomero Mediano y Ruiz de Torremilano, poeta laureado y escritor insigne. Fue uno de los más preclaros iniciadores del renacimiento literario en Aragón. Falleció en Paracuellos de la Ribera el 22 de julio de 1893, a los 45 años». Se trataba pues de un escritor, para mí desconocido, perteneciente al periodo de la Restauración Borbónica.

Nada más llegar a casa busqué su nombre en la Enciclopedia Aragonesa y en la Enciclopedia Temática de Aragón, donde lo hallé como uno de los fundadores de la primera Revista de Aragón (1878-1880). En el Archivo Parroquial de Paracuellos encontré sus partidas de bautismo y defunción. Había nacido el 10 de septiembre de 1847, siendo hijo del médico cirujano del pueblo. La familia paterna descendía de la parroquia de San Felipe de Zaragoza y la materna de la de San Gil, de Molina de Aragón. En ambas parroquias encontré a sus ascendientes.

En la Biblioteca de la Facultad de Filosofía y Letras hallé la primera época de la Revista de Aragón, que se editaba en la imprenta del Hospicio Provincial. Esta revista nació al mismo tiempo que lo había hecho el Círculo Literario del Casino Provincial (1878-1880) y desapareció cuando el Ateneo Científico Literario y Artístico de Zaragoza (1880-1896), con los mismos apellidos que la revista, comenzó a funcionar. En ella los conferenciantes publicaron sus discursos, sirviendo de albergue a los ateneístas hasta 1880 y de «órgano oficial» al Círculo, hasta la fundación del periódico La Derecha (1881-1901). Así lo cuenta José Carlos Mainer en una interesante introducción a la edición microfotográfica de la de Revista Aragón (1878-1880), Instituto de Estudios Turolenses, DPT, 1989. Otro libro imprescindible para conocer aquella época es El Ateneo de Zaragoza (1864-1908), de Francisca Soria Andreu, IFC, 1993.

Baldomero Mediano fue abogado, funcionario de la Diputación de Zaragoza y director de su Boletín Oficial. A finales de 1877, la Diputación proponía el nombramiento de un empleado que estuviera al frente del Boletín, para ocuparse de la parte administrativa y de la económica, proveyéndose por oposición. También estaría encargado de la impresión de la Biblioteca de Escritores Aragoneses, fijando su sueldo en 1.750 pesetas. El 18 de febrero de 1878 se proponía una terna formada por Baldomero Mediano, Clemente Herranz y Manuel Lascorz. De los 17 votos posibles, Mediano recibió 15 y 2 votos Herranz.

El domingo 6 de octubre de 1878 apareció el primer número de la Revista de Aragón, figurando como primer director Baldomero Mediano. Mediano escribió en ella amenas crónicas de actualidad, una novela de viajes exóticos, poemas patrióticos, traducciones de Víctor Hugo, Soulary y de La Divina Comedia, rimas de inequívoco sello becqueriano y otros trabajos referidos al ferrocarril de Canfranc y a la enseñanza de la Geografía y la Historia, a la vieja usanza de los opositores de la época. También firmó comentarios de libros y críticas de espectáculos con el seudónimo de Valerio.

Mediano fue premiado por un trabajo sobre los autos sacramentales de Calderón, en un Certamen celebrado en el paraninfo de la Universidad de Zaragoza en 1881, conmemorando el II Centenario de la muerte del poeta. También fue hombre de Ateneo, ocupando la vicepresidencia de la Sección de Literatura y Artes en los cursos, 1883-84, 1884-85 y 1885-86,  participando en algunos homenajes celebrados por esta sociedad.

Mediano puso prólogo al libro Poesías Líricas, 1881, de su amigo Valentín Marín y Carbonell, sobrino de Víctor Balaguer, a quien dedica este libro. En 1882 firmaba el excelente prólogo del Tomo IV de la Sección Histórico-Doctrinal de la Biblioteca de Autores Aragoneses, que correspondía a la Historia de las Guerras Civiles de España (de 1700 a 1708), de Agustín López de Mendoza y Pons, conde de Robres.

Mediano colaboró en el diario progresista madrileño La Iberia, en La Ilustración Aragonesa y en el Diario de Zaragoza, que editaba los domingos unas hojas literarias. También escribió numerosos y variados libros destinados a la enseñanza en colegios y escuelas.

El 27 de julio de 1893 se publicó en el Diario de Zaragoza una carta de Ángel Liñán, fechada el 24 de julio en Paracuellos, notificando el fallecimiento de Mediano el día anterior. Al día siguiente se publicaba una esquela en el mismo diario. Por ella sabemos que Mediano había ocupado el cargo de administrador de Hacienda de Visayas, Filipinas. Entre 1888 y 1890, Mediano había sido jefe de negociado y administrador de Hacienda Pública de Capiz. También fue por algún tiempo director del periódico filipino El Resumen, fundado en 1890 por Pascual H. Poblete, en sociedad con Baldomero de Hazañas.

Tras el I Centenario de su fallecimiento celebrado en 1993, coloqué una cerámica en la fachada del Ayuntamiento de Paracuellos para honrar su memoria en su pueblo, que lo había olvidado totalmente. El que quiera saber más de este hombre de cultura, puede buscar mi comunicación presentada al VI Encuentro de Estudios Bilbilitanos.

Baldomero Mediano formó parte de la llamada generación de la Restauración, junto a Cavia, Matheu, Marín y Carbonell, Herranz, Concepción Gimeno, Gimeno Vizarra, Martón, Peiró y Sancho y Gil, todos colaboradores de aquella primera Revista de Aragón. Baldomero Mediano me abrió entonces las puertas para conocer a otro gran personaje comarcano, muy poco conocido y considerado, Faustino Sancho y Gil, a quien he dedicado numerosos artículos y un libro editado por el CEB en 2013.

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