Michel de Montaigne tenía ascendencia bilbilitana

 De Thomas de LeuDesconocido, Dominio público, Enlace

Por: Francisco Tobajas Gallego

Por vía materna, Michel de Montaigne (1533-1592), filósofo, humanista, moralista y político francés, descendía de una importante familia judía de Calatayud, los Paçagón, convertidos luego, tras el obligado bautismo cristiano, en los López de Villanueva.

La presencia judía en Calatayud se remontaba al periodo musulmán. Tras la toma de Calatayud por las tropas cristianas de Alfonso I el Batallador en 1120, a los judíos se les permitió permanecer en la población. Entre los siglos XII y XV, la judería de Calatayud se convirtió en una de las más importantes comunidades del Reino de Aragón, seguida a la de Zaragoza. Se emplazaba a los pies del llamado castillo de Doña Martina. El recinto de la judería de Calatayud contó inicialmente con cuatro vías de acceso. La principal era la puerta de San Andrés. Al noroeste se situaba el postigo de Torre Mocha, abierto en 1264 con autorización de Jaime I. La puerta de Toledo se abría en la muralla sur y la puerta de la Furiega en la muralla este. Desde el reinado de Jaime I, la judería de Calatayud se hallaba sometida a la autoridad real.

Cuando en 1383, Pedro IV convocó a su Curia al tesorero y síndicos de las aljamas judías de sus dominios, acudieron en representación de las del Reino de Aragón, los nuncios de las de Zaragoza y Calatayud, Salamón Abenarrabi e Içach de Quatorze, respectivamente. Por este motivo permanecieron en Tortosa noventa días, teniendo que realizar elevados gastos. Por esa razón el rey les compensó con la entrega de 450 florines, 120 florines para Abenarrabi y 330 para Quatorze, a quienes mandó que repartiesen estas cantidades entre todas las aljamas judías del Reino de Aragón, conforme a su capacidad distributiva.

En un documento del Archivo de la Corona de Aragón fechado en 1284, aparece citado Abraham Pazagón, judío de Calatayud. También aparecen citados individuos de esta importante familia judía bilbilitana en otros documentos del Archivo de la Corona de Aragón y del Archivo Histórico Nacional, fechados en los siglos XIV y XV. En el Archivo Histórico Provincial de Zaragoza hemos encontrado cuatro documentos relativos a Brahem Paçagón, fechados entre 1440 y 1486.

Mosse Albí tuvo a su cargo en varios ejercicios a principios del siglo XV, la renta del peaje de Calatayud. En 1349 Iucef Paçagon tenía tomada a renta de su convecino cristiano Martín López de Uncastillo la renta del peaje de las bestias, que se vendían el martes en el mercado de Calatayud. En 1352 Brahem Paçagón, con otros judíos, poseía tiendas de cambios en la alcaicería, propiedad del Monasterio de Piedra.

Calatayud se consolidó en el siglo XIV como uno de los principales centros mercantiles del Reino de Aragón, que asumió un importante papel en la canalización de las relaciones comerciales con el Reino de Castilla. La contribución de la comunidad judía fue notable. Además de los paños, los judíos se dedicaban a recaudar impuestos de la monarquía, al préstamo de dinero, al comercio y a la práctica de la medicina.

A finales del siglo XV Mosse Paçagón se convirtió al catolicismo, tomando el nombre de García López de Villanueva, y se trasladó a vivir a Zaragoza. Dejó un hijo llamado Abraham Paçagón, llamado tras la conversión Gabriel López de Villanueva, que fue trapero, viviendo en la plaza de San Gil de Zaragoza. Un descendiente de Mosse Paçagón, el doctor López, fue prior de Nuestra Señora del Pilar. Otros fueron notarios y juristas. Miguel López obtuvo la cualidad de ciudadano de Zaragoza, como clase distinguida de la ciudad. Otros miembros de la familia se establecieron en Tarazona, Huesca, Barbastro, Alcañiz o Mallén.

En 1493 Fernando II contribuyó con 30.000 sueldos a la boda de la hija de Luis de Santángel con Ángel de Villanueva, nieto de Mosse Paçagón, de Calatayud. Algunos miembros de esta familia fueron condenados por la Inquisición, por lo que el miedo a ser denunciados, hizo que se trasladaran a Europa y quizá a América.

Una rama de esta familia se instaló en Amberes entre 1510 y 1520, teniendo como jefe a Martín López de Villanueva, quien casado con una hija de familia notable, abrazó el calvinismo, teniendo destacada actuación pública. Una hija de Martín volvió al catolicismo, casando con un Del Río, de vieja raigambre española, cuyo hijo Martín volvió a Zaragoza, donde entró en el noviciado de los jesuitas. Luego volvió a los Países Bajos, dedicándose a la Filosofía y a la erudición, siendo amigo de Justo Lipse, en cuya conversión intervino. Publicó numerosos textos de Historia y de Filosofía y un curioso libro sobre Hechicería.

Antonio López de Villanueva se asentó en el sur de Francia. Pasó a llamarse Louppes de Villaneuve y se instaló en Burdeos, que entonces era un importante puerto comercial para Inglaterra, Portugal, Países Bajos, España y Francia Atlántica. Otro individuo de esta familia fue Pedro López de Villanueva. Era comerciante y pasó a vivir a Toulouse, que era un importante centro de intercambio entre Aragón, Cataluña y el resto de Francia. Pronto llevó con él a su sobrino Pedro, hijo probablemente de sus hermanos Martín instalado en Amberes, o de Antonio, instalado en Burdeos.

La hija mayor de Pedro López de Villanueva, Antoinette, casará con Pierre Eyquem de Montaigne, madre de Michel de Montaigne, célebre autor de los Ensayos. Al contrario que hace con su padre, Montaigne mantiene sobre su madre un oscuro silencio. En el testamento del padre de Montaigne se dice que su esposa pasaría a vivir al castillo de Montaigne con su hijo Michel, a condición de que ella no ejerciera sobre su hijo «más que una supervisión honorable y maternal con todo el honor, respeto y servicio filial». No se sabe con certeza si Michel de Montaigne conocía el castellano y si su madre lo hablaba en privado. En su biblioteca sólo se hallaron dos libros escritos en español.

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