Francisco Tobajas Gallego
Conocemos algunas noticias de la iglesia de San Pedro Apóstol de Paracuellos de la Ribera por el Catálogo Monumental de España de 1957, debido a Francisco Abbad Ríos. En el X Simposio Internacional de Mudejarismo, celebrado en Teruel en 2005, Agustín Sanmiguel y Ana Isabel Pétriz presentaron una comunicación dedicada a esta iglesia mudéjar. Algunos datos más, sobre imágenes y retablos, nos ofrece Jesús Criado en su libro publicado por el Centro de Estudios Bilbilitanos en 2013, dedicado a La escultura romanista en la Comarca de la Comunidad de Calatayud y su área de influencia. 1589-1639. En la página de Aragón mudéjar encontramos también información sobre esta iglesia, con una abundante galería fotográfica.
Abbad Ríos señalaba que el retablo mayor de esta parroquia, barroco con columnas salomónicas y en madera de su color, era muy semejante al de Villarroya de la Sierra, debido al escultor Bernardo Ibáñez y a su hijo Juan, que lo llevaron a cabo entre 1674 y 1678, siguiendo la traza del arquitecto José de Torres R. Carretero Calvo y A. Sánchez Ibáñez, El retablo mayor de San Pedro de los Francos de Calatayud, Centro de Estudios Bilbilitanos, 2019).
Bernardo Ibáñez (1620-1678) era hijo del carpintero Miguel Ibáñez y de María Retor. Aprendió el oficio en el taller de Bernardino Vililla por espacio de cinco años, desde 1635 a 1640. En 1644 casó en primeras nupcias con Teresa Martínez, siendo padres de Juan Jerónimo Ibáñez, escultor, nacido en 1648. En 1651 contrajo segundas nupcias con Josefa del Villar, en la parroquia de San Andrés de Calatayud, con la que tuvo seis hijos, entre ellos José Ibáñez (1656), pintor, Manuel Joaquín Ibáñez (1662), escultor, y Bernardo Ibáñez (1665-1704), también escultor. Bernardo Ibáñez Villar casó en tres ocasiones. La primera con Jusepa Andrés, la segunda con Isabel Castel y la tercera con Ana Terrer, siendo padres de tres hijos, que siguieron el oficio paterno: Ignacio (1696-1769), Bernardo (1698) y Javier Ibáñez Terrer (1700).
En el Archivo Municipal de Calatayud hemos encontrado unas comandas del Capitulo Eclesiástico de San Pedro Apóstol y del Concejo de Paracuellos de la Ribera, a favor del escultor Bernardo Ibáñez Villar, para la fabrica y trabajo de escultura del retablo de la parroquia de este lugar, que seguiría el modelo del retablo de Villarroya, último encargo de su padre.
El 27 de mayo de 1688 y ante el notario Domingo Vililla, Domingo Carnicero y Juan Jerónimo Roy, jurados, Manuel de Cuenca y Miguel Crespo, tenientes de jurado, José Pérez, almotazaf, Francisco Cerellón, Manuel Lozano, Ignacio de Moros y Juan Berón, jurados, oficiales y regidores del Concejo de Paracuellos de la Ribera, otorgaban tener en comanda de Bernardo Ibáñez, escultor y vecino de Calatayud, 1.984 sueldos.
El mismo día Bernardo Ibáñez, hallado en Paracuellos de la Ribera, habiendo ajustado con el vicario, Capítulo eclesiástico, jurados y Concejo de ese lugar, la fabrica y trabajo de escultura del retablo mayor para la parroquia de San Pedro Apóstol, en el modo, forma, tiempo y manera que debía llevarlo a cabo, aceptaba que le pagaran estos 1.984 sueldos en cinco años, en diez pagas iguales, en los días de San Miguel de septiembre de ese mismo año de 1688 y Pascua de Resurrección de 1689, y así en adelante hasta el pago de aquella cantidad.
El mismo día Pedro José Fernández de Moros y Pozo, domiciliado en Calatayud y hallado en Paracuellos, mosén Miguel Vela, vicario, mosén Jerónimo Cazcarro, mosén José Moracho, mosén Pedro Lorente y mosén Roque Hernando, presbíteros y sirvientes de los servicios y rentas de la iglesia parroquial de Paracuellos de la Ribera, otorgaban tener en comanda del escultor Bernardo Ibáñez 3.840 sueldos.
Bernardo Ibáñez declaraba que Pedro José Fernández de Moros debía pagarle, por razón de esta comanda, 800 sueldos, mosén Miguel Vela 640 sueldos, mosén Jerónimo Cazcarro 800 sueldos, mosén José Moracho 640 sueldos, mosén Pedro Lorente 640 sueldos y mosén Roque Hernando 320 sueldos. Les daba cinco años de tiempo para pagarle, en cinco pagas iguales. A mosén Pedro Lorente le daba de plazo un año más. La primera paga sería para el día de San Miguel de septiembre de 1688.
El mismo día Bernardo Ibáñez, escultor, y José Ibáñez, mancebo pintor, vecinos de Calatayud y hallados en Paracuellos, este último como procurador legítimo de José Pebrete, mercader vecino de Calatayud, mediante poder hecho ante Juan Antonio de Rada, el 26 de mayo de aquel mismo año, otorgaban tener en comanda del vicario, Capítulo de San Pedro Apóstol, jurados y Concejo de Paracuellos de la Ribera, 8.000 sueldos, obligando sus personas y bienes.